El cambio climático es el desafío más significativo al que debe enfrentarse cualquier actividad humana que, como la viticultura, se desarrolla a expensas de la naturaleza. Hay una enorme cantidad de variables que inciden en la obtención y evolución de la materia prima de la enología que es el viñedo, desde el incremento de temperaturas y los fenómenos climáticos extremos hasta la alteración de los ciclos hídricos, factores que afectan al desarrollo de los organismos del vino tales como la microbiota del viñedo y la bodega o el comportamiento de las diversas variedades de Vitis.

Obtener, analizar y gestionar la enorme cantidad de información necesaria para asegurar el mejor diagnóstico y la actuación más eficaz frente a la evolución del clima requiere de iniciativas excepcionales en tanto que excepcional es la evolución del clima y sus efectos.

La Cátedra de Viña y Cambio Climático, creada como una colaboración institucional liderada por la Universitat Rovira i Virgili (URV) y la Fundación Pro Penedès nace con el propósito de abordar los principales retos que el cambio climático plantea a la viticultura y, por extensión, a la enología. La nueva institución se presentará en el próximo Congreso Internacional ACE de la Enología 2025 (CIAE2), que se celebrará el próximo 14 de noviembre. Un claro incentivo para participar en este encuentro.

Para conocer la visión, los planes y las acciones de la Cátedra, Acenología ha conversado con su director y decano de la Facultad de Enología de la URV, Manuel Suárez Recio.

¬ Atendiendo a la naturaleza de ambos promotores, la cátedra nace como una institución arraigada en el territorio, pero ¿hay voluntad de proyección internacional? ¿En qué dirección?

“El cambio climático es una cuestión global, que afecta a todos los países de forma transversal. Sus efectos tienen múltiples repercusiones en diferentes sectores como la producción agraria, el turismo y la economía, generando nuevos retos para el desarrollo sostenible. La alteración de los ecosistemas y la biodiversidad, la reducción de los rendimientos de producción, la aparición de nuevas plagas y la escasez de agua son algunos claros ejemplos. Por tanto, aunque la cátedra nace con un marcado carácter de territorio, sus actividades no pueden desligarse del entorno internacional.

En este sentido, dentro de los objetivos de la cátedra se contempla la formación de una red de carácter interdisciplinario que incorpore a integrantes de todos los sectores con el objetivo de evaluar los problemas y fomentar el estudio y la búsqueda de soluciones para estos problemas. Por ejemplo, en esta línea estamos trabajando ya en la posibilidad de acoger la realización de un congreso internacional en el marco de la red OEONOVITI International, a la que pertenece la Facultad de Enología de la Universitat Rovira i Virgili. La realización de este congreso contribuiría a fomentar el networking y el establecimiento de estos contactos internacionales, imprescindibles para afrontar los nuevos retos asociados al cambio climático.

Por otro lado, también estamos trabajando en la formación de consorcios que puedan participar en las distintas convocatorias europeas para obtener financiación para la realización de proyectos de investigación centrados en el cambio climático.”

¬ La emergencia climática ha provocado la creación de innumerables iniciativas en todos los campos del conocimiento, aunque el mundo vitivinícola no está siendo uno de los más activos en esta dinámica a pesar de ser uno de los más perjudicados. ¿Tiene conocimiento de otras cátedras o entidades similares en la Cátedra Viña y Cambio Climático en Europa? ¿Y en el mundo?

“Según nuestro conocimiento, ésta es la primera cátedra en nuestro país centrada en el viñedo y el cambio climático. Evidentemente, dada la importancia y repercusiones del cambio climático, sí existen algunos proyectos de investigación (internacionales y nacionales) así como redes de trabajo que abordan el impacto del cambio climático en el viñedo, combinando investigación, formación y transferencia de conocimiento. Por ejemplo, Clim4Vitis trabaja con herramientas de modelización en Europa, la red VinAE establece viñedos piloto para aplicar prácticas agroecológicas y adaptativas en diferentes climas, y la anteriormente citada red OENOVITI International facilita la colaboración entre centros de investigación e industria con un grupo específico sobre cambio climático. Además, a nivel nacional existen iniciativas que exploran variedades de viñedo y técnicas de mitigación/adaptación al territorio lideradas por INCAVI, IRTA o la propia Facultad de Enología de la Universidad Rovira i Virgili.”

¬ El diagnóstico del cambio climático es bastante unánime, no así las actuaciones, ya que los efectos en cada territorio son diferentes y, por tanto, las urgencias detectadas (Europa es el continente más perjudicado por el cambio climático, y dentro de Europa, Cataluña una de las zonas más castigadas). En este contexto y con la singularidad que supone disponer de la cátedra, ¿cuáles son las prioridades de acción?

“Las actuaciones a llevar a cabo en cada territorio deben adaptarse a las particularidades de la zona. Teniendo en cuenta este hecho, las prioridades de acción de la cátedra se organizan en cuatro pilares fundamentales: investigación, transferencia, docencia y fomento de la conectividad de los elementos involucrados. Así pues, estamos trabajando en la creación de una red de trabajo que aglutine los principales implicados en nuestro territorio, incluyendo productores, bodegas, investigadores y administración, entre otros. En segundo lugar, la realización y colaboración en simposios, conferencias y seminarios que puedan ayudar a diseminar todos los avances en esta temática y a captar las necesidades del sector. La investigación y la innovación es otra de nuestras prioridades, con el fin de evaluar el impacto del cambio climático en el viñedo y el estudio y desarrollo de nuevas estrategias dirigidas a hacer frente a los retos actuales en esta temática.”

¬ ¿Qué peso dentro de estas acciones tendrá la investigación y la innovación, como herramientas imprescindibles para enfrentarse al cambio climático?

“Como comentaba en la anterior pregunta, la investigación y la transferencia son fundamentales para avanzar en este sector y dar respuesta a los retos actuales que surgen por el cambio climático. Por tanto el peso de estas acciones será muy importante en el marco de la cátedra. Además de acciones y proyectos propios dentro de la cátedra, se plantea optar a la captación de nuevos fondos participando en convocatorias europeas e internacionales que nos permitan hacer frente a estos proyectos con mayor dimensión y complejidad.”

¬ Conseguir la excelencia en cualquier objetivo, especialmente científico o tecnológico, actualmente requiere incorporar de forma decidida la IA. ¿Cómo se plantea esta incorporación la cátedra teniendo en cuenta que el sector vitivinícola va bastante retrasado en este aspecto? ¿Se ha planteado ser un promotor de esa incorporación?

“La incorporación de la inteligencia artificial (IA) al sector vitivinícola se está convirtiendo en una herramienta clave para afrontar los retos del cambio climático, ya que permite tomar decisiones más precisas, sostenibles y adaptativas en todas las fases del proceso productivo. Como entidad dinamizadora en el contexto de la viña y el cambio climático, la cátedra incluirá la IA en las diferentes acciones que organice, tanto en las acciones de divulgación y transferencia como en los proyectos de investigación que lleve a cabo. Por tanto, aunque no haya actividades planificadas focalizadas exclusivamente en la IA, ésta formará parte inherentemente en las acciones que se lleven a cabo desde la cátedra. Debemos asumir que el futuro incluye la IA como herramienta de trabajo y como tal debemos incorporarla para sacarle el máximo provecho posible.”