En el terreno de afectaciones de la vid, si hay algo realmente devastador son las enfermedades de la madera (EMV), hasta el punto que constituyen una amenaza significativa para el sector a escala global. Los hongos patógenos son los principales causantes. Por ejemplo, este artículo menciona que hasta 2018 se habían podido asociar con estas enfermedades más de 130 especies fúngicas en todo el mundo. El mecanismo de infección también es diverso, en función de la especie de hongos patógenos: raíces, cortes de poda, injertos… Las opciones de controlarlas por medios químicos se ven reducidas por la prohibición progresiva de pesticidas, por lo que la alternativa biológica está tomando relevancia, aunque no se obtienen de momento resultados firmes ni comercializables. Un mayor conocimiento de lo que se denomina el microbioma de la vid (de la parte aérea, de la madera, de las raíces o del suelo) ayudaría a encontrar soluciones. El microbioma es un concepto muy amplio que incluye la comunidad microbiana que ocupa un determinado hábitat y el entorno en el que actúa, formando un microecosistema cambiante que incluye las condiciones ambientales alrededor de este. El conocimiento profundo de este microbioma y por tanto de los causantes de las diversas EMV permitirá, según los autores, diseñar herramientas biológicas más robustas para su control.
Cobos, R.; Ibañez, A.; Diez-Galán, A.; Calvo-Peña, C.; Ghoreshizadeh, S. y Coque, J.J.R.: “The Grapevine Microbiome to the Rescue: Implications for the Biocontrol of Trunk Diseases”, Plants (Basel) ; 2022, 11(7): 840. doi: 10.3390/plants11070840