Veamos la reflexión que publica The Wine Economist a raíz del “Unified Wine & Grape Symposium”, el principal encuentro de la industria enológica de Estados Unidos, y que celebrará su 30 aniversario en enero de 2024 en Sacramento. El autor reflexiona acerca de la preocupación de la industria por el futuro, en relación con la competencia exterior, temas regulatorios y las preferencias de los consumidores. Entre la alegría que vivía la industria en la década de los 90 del siglo pasado y la incertidumbre que, según el autor, existe del futuro, el mundo del vino ha transitado por las tendencias que se han vivido a todos los niveles: la globalización, las tensiones geopolíticas, las crisis financieras, las disrupciones en las cadenas de suministros a raíz de la COVID. El autor cita el libro El final de la Historia de Francis Fukuyama (obra que trata del colapso del comunismo y del fin de la Historia como conflicto ideológico para dar paso al orden liberal), para dar a entender que el vino tuvo su propio “fin de la Historia” en la década de los 90, una historia definida por las denominaciones de origen y el terroir del “viejo mundo” para pasar a un mundo de variedades. Y sigue el autor diciendo que los baby boomers no saben de denominaciones pero sí de variedades, inducidos por los poderes emergentes de la industria como Argentina y Nueva Zelanda, mientras que Francia, España o Italia promueven sus DO. El nuevo mundo hace lo propio con sus variedades y no con sus regiones. Pero con el mercado global estabilizado, la diferenciación del producto vuelve a ser relevante, y hablar del terroir vuelve a ser una estrategia. Veremos lo que en realidad nos deparará el mercado del futuro.

Veseth, M.: “Wine, Globalization and the End of History”, The Wine Economist ; 2023, December 5.