Vídeo de la intervención de Raquel Campos Herrera en el Congreso Internacional ACE de la Enología y el Cava 2022 el 11 de noviembre de 2022, y resumen de su ponencia.

 

El grupo de investigación de la ponente trabaja en dos líneas:  a) en el desarrollo de nuevas bioherramientas para el manejo de plagas (basado en la producción de metabolitos secundarios de las bacterias simientes de los nematodos entomopatógenos; b) en los organismos beneficiosos del suelo, los nematodos entomopatógenos. La exposición desarrolló esta segunda línea, desdoblando el interés en dos bloques.

Bloque 1: Nematodos entomopatógenos para una agricultura sostenible, que incluye la ecología del suelo, su sostenibilidad y de los nematodos entomopatógenos.

Bloque 2: Impacto del manejo agrícola en presencia de nematodos entomopatógenos que trabaja el impacto del manejo del suelo y del cultivo en la DOCa Rioja, y la aplicación de enmiendas vegetales y su impacto en presencia de nematodos entomopatógenos.

Respecto del bloque 1, se sabe que los retos de la agricultura moderna no radican solamente en producir alimentos sino en que sean de calidad y en que aseguren su viabilidad económica, que atiendan las demandas sociales y produzcan el mínimo impacto ambiental. La agricultura sostenible debe respetar los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), racionalizar el uso del agua y proteger la biodiversidad, centrándose especialmente en dos de los ODS: poner fin al hambre del mundo (“hambre cero”) y “producción y consumo responsables”.

La investigación que desarrolla el grupo de la ponente se centra en la protección vegetal en agricultura mediante el manejo integrado de los cultivos (MIO) teniendo en cuenta la ubicación donde se realiza el estudio (suelo, clima, etc.), el tipo de labranza, fertilización y riego del que se dispone, la variedad de semillas, la rotación y la protección de cultivos. Todo ello es imprescindible para una gestión integrada de plagas (GIP).

El proyecto estudia los organismos presentes en el agrosistema y trata de que sus densidades de población a lo largo del tiempo se mantengan siempre por debajo de un umbral económico real y a un nivel deseado de población. No obstante, cuando estas poblaciones se disparan se realiza un tratamiento terapéutico biológico o químico.

Así pues, la GIP se basa en tres pilares que son: la prevención (medidas legales y la biodiversidad), la observación (se evalúa el riesgo, la fenología y el ambiente) y la intervención (lo más directa posible, selectiva y racional).

Las consecuencias del uso generalizado de los fitosanitarios es que favorecen la contaminación del aire, suelo, agua y alimentos, así como la resistencia de plagas y patógenos y ejerce efectos secundarios negativos sobre los enemigos naturales de las plagas. Lo que se requiere es, por tanto, un manejo inteligente de los pesticidas.

La agricultura ecológica precisa conocer las causas de la plaga para aplicar los principios agroecológicos como el manejo orgánico del suelo, la diversificación vegetal, el cuidado de la biodiversidad y la utilización del control biológico que tenemos en nuestro suelo. Es importante, pues, el control biológico por conservación. Disponer de muchos microorganismos va a enriquecer la red trófica con los beneficios siguientes: el ciclo de nutrientes es más rápido y además retiene los nutrientes que no utiliza la planta, se mejora la filtración del agua y aumenta la capacidad de degradar contaminantes. Sin embargo, no hay que olvidar la acción antrópica en el ecosistema edáfico, y tener presente las consecuencias de los posibles vertidos industriales y urbanos que puedan alterar la estructura de la red.

Los nematodos entomopatógenos son bio-indicadores de la salud del suelo. Los hay desde los que comen bacterias y hongos a los que comen depredadores. Estudiando la proporción de éstos en los suelos sabremos la salud y calidad de los mismos.

Respecto del bloque 2. La distribución de los nematodos entomopatógenos y las relaciones tróficas en el suelo han sido estudiadas en La Rioja según la tesis de Rubén Blanco Pérez, y se observa que en el viñedo ecológico tienen mayor actividad.

El proyecto abarca 80 viñedos distintos con varias posibilidades de conducción: manejo tradicional con o sin laboreo y manejo ecológico con o sin laboreo, otro sobre cubiertas vegetales, y otro con los acolchados. El estudio realizado con los nematodos ha concluido que su actividad es mucho mayor en el caso del manejo ecológico, pero no hay diferencias en que sea laboreo tradicional o con cubiertas.

Otro estudio realizado en 2020 se centró en el uso de acolchados en el viñedo, con dos modalidades de manejo, ecológico o integrado y los resultados fueron positivos en el ecológico, pero no en el integrado. Los resultados obtenidos entre estos dos manejos indican que en cuanto a la materia, hay más en los suelos de los acolchados y disponen de mayor cantidad de ADN (indicador de biodiversidad). Y el viñedo ecológico dio los mejores resultados.

 

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