Las variedades de vid constituyen un recurso natural esencial del patrimonio vitícola en el mundo. Sin embargo, el ataque de filoxera en Europa a finales del s. XIX causó la desaparición de un gran número de variedades de Vitis vinifera L.  que cultivaban nuestros antepasados.

En la actualidad, una de las preocupaciones más importantes en el sector vitícola a escala mundial es la fuerte disminución del número de variedades de vid domesticadas y la desaparición de otras muy antiguas. En las últimas décadas se ha registrado una globalización en el uso de unas pocas variedades y una pérdida de diversidad: aproximadamente el 50 % de la superficie de viñedo en el mundo la ocupan 15 variedades y en España 9 variedades engloban el 80 % de las vides de vinificación.

No obstante, según citas bibliográficas antiguas, es conocido que el continente europeo, y especialmente España, posee una gran riqueza varietal. En los últimos años, y debido al gran interés de viticultores y bodegas en las variedades ancestrales, muchas de ellas minoritarias y en peligro de desaparición, se han iniciado proyectos de prospección y recuperación de éstas en distintas zonas vitícolas. La definición por consenso de una variedad de vid minoritaria es: aquella que era cultivada antes del ataque de la filoxera, la superficie de cultivo actual es baja (< 1000 ha), no está recogida en las parcelas del registro vitícola y aparece en viñedos viejos.

Las variedades minoritarias de vid han ido ganando interés por varios motivos: potenciar el patrimonio cultural de las zonas vitícolas, recuperar la oportunidad de diferenciación y tipicidad de nuevos vinos y, además, es probable que algunas de estas variedades de vid minoritarias, por el hecho de encontrarse en zonas relícticas, posean un mayor potencial de adaptación a factores externos bióticos o abióticos y puedan minimizar los efectos que el cambio climático está causando en la vitivinicultura.

Con la finalidad de poner en valor este recurso fitogenético natural existente en nuestro país, en el año 2012 se inició un trabajo coordinado por investigadores de toda España expertos en viticultura y enología (proyecto RF2012-00027-C05-00, financiado por el INIA) en el que se consiguió la identificación de variedades de vid antiguas, muchas de las cuales desconocidas hasta el momento. Entre ellas se localizaron 95 nuevas variedades minoritarias autóctonas de las que existía poca información y que se consideran un vestigio de las variedades cultivadas en otros tiempos, y 48 variedades minoritarias de las que existían referencias en la literatura, pero se desconocía su actual supervivencia en los viñedos españoles. Además, 41 de las nuevas variedades minoritarias se encontraron en al menos dos comunidades autónomas.

El estudio de la aptitud vitícola y enológica de estas variedades minoritarias, las nuevas y las que ya se cultivaban de forma vestigial en parcelas de diferentes regiones, podría determinar su posible inclusión en la lista de variedades comerciales, su recuperación y puesta en cultivo. Este estudio es precisamente el que se ha iniciado y conseguido a través del proyecto MINORVIN “Valorización de variedades minoritarias de vid por su potencial de diversificación vitivinícola y para minimizar los efectos del cambio climático en la calidad del vino” [RTI2018-101085-R-C33, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación (MCINN), la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER)].

El proyecto MINORVIN comenzó su andadura en junio del 2019 con la participación de 16 centros de investigación de 12 Comunidades Autónomas (CCAA), con más de 50 investigadores implicados y con el apoyo de 21 bodegas de 14 DOP del Estado español. El objetivo principal del proyecto ha sido conocer en profundidad, desde un punto de vista agronómico y enológico, 51 variedades de vid minoritarias autóctonas procedentes de estas 12 CCAA, algunas de ellas comunes en más de una región vitícola. Como variedades de referencia se han utilizado Tempranillo en tintas y Moscatel de grano menudo en blancas.

Figura 1 Distribución de las variedades minoritarias estudiadas en el proyecto MINORVIN.
Variedades blancas (verde); variedades vinificadas en rosado (rosa); variedades tintas (rojo)

 

Los trabajos se han realizado de forma transversal durante tres campañas de vendimia (2019, 2020 y 2021) entre todos los centros participantes y algunos de ellos se han ocupado de efectuar estudios específicos de todas las variedades del proyecto.

En cuanto a determinaciones vitícolas, se ha realizado un seguimiento de la fenología, fertilidad, maduración, parámetros de producción, resistencia a la sequía, tolerancia a enfermedades fúngicas (mildiu y oídio) y estado sanitario (presencia de virus) de cada una de las variedades. Respecto a las acciones enológicas, se ha analizado la composición de los mostos y vinos monovarietales elaborados y se ha determinado su potencial enológico respecto a su perfil fenólico, perfil aromático y características sensoriales.

En este monográfico mostramos los resultados más relevantes de estos estudios. En el presente número y en primer lugar, Marta Fernández-Pastor, Eva Raboso, Francisco E. Espinosa y  Gregorio Muñoz-Organero del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural Agrario y Alimentario (IMIDRA) nos van a presentaren el artículo “Variedades minoritarias  como  herramienta  de adaptación del viñedo español al cambio climático” los datos del seguimiento fenológico de estas variedades minoritarias, señalando que algunas de ellas han mostrado una maduración tardía o intermedia, alta acidez y alto o medio rendimiento de uva por lo que pueden ser unas buenas candidatas en los próximos años a ser cultivadas por los viticultores como un enfoque para mitigar los efectos del cambio climático.

A continuación, en el número de abril de Acenologia se expondrán otros tres trabajos del estudio agronómico. En el artículo Evaluación del estado hídrico de variedades minoritarias de vid de diferentes zonas vitícolas de España por medidas de la relación isotópica del carbono (δ13C)” llevado a cabo en IRIAF-IVICAM (Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal-Centro de Investigación de la Vid y el Vino de Castilla-La Mancha) firmado por Adela Mena, J. Martínez Gascueña, J.L. Chacón Vozmediano, P.M. Izquierdo Cañas, G. Muñoz Organero y Grupo MINORVIN se mostrará la importancia de la medida de la relación isotópica del carbono (δ13C) en mostos para evaluar el comportamiento de estas variedades minoritarias frente a la sequía, clasificar las distintas zonas vitícolas por regiones con déficit hídrico similar y diferenciar variedades con mayor o menor eficiencia hídrica. Seguirán otros dos trabajos muy interesantes sobre un aspecto de gran importancia en viticultura como es el estudio realizado en cada una de las variedades sobre el grado de sensibilidad o resistencia a las dos principales enfermedades de la vid: el mildiu y el oídio.

El estudio del mildiu “Susceptibilidad a mildiu de diferentes variedades de vid (Vitis vinifera L.) minoritarias españolas” ha sido llevado a cabo por Mª Carmen Martínez, J.L. Santiago y colaboradores de MINORVIN en la MBG-CSIC (Misión Biológica de Galicia-Consejo Superior de Investigaciones Científicas). Y el estudio del oídio “Variedades minoritarias de Aragón y Cataluña destacan por su resiliencia al oídio” ha sido realizado por María M. Hernández, Carolina Castillo, Sara I. Blanco y Cristina M. Menéndez de la Universidad de La Rioja (UR). Ambos trabajos han mostrado una variabilidad entre las distintas variedades, pero encontrando algunas con una susceptibilidad baja al hongo, pudiendo reducir el número de tratamientos en algunas de éstas, con las ventajas a nivel económico y medioambiental que ello conlleva.

Finalizaremos el monográfico de MINORVIN en la actualización de junio con tres trabajos relacionados con la parte enológica de estas variedades minoritarias. El primero de ellos, “El perfil  fenólico: una herramienta para la caracterización e investigación del potencial enológico de las variedades minoritarias” llevado a cabo por Esperanza Valdés y Daniel Moreno del Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX), demuestran la importancia de la caracterización polifenólica de uvas y vinos, tanto de las variedades blancas y tintas, con el fin de seleccionar las técnicas agronómicas y de vinificación más apropiadas para potenciar su calidad.

El estudio “Aportaciones a la caracterización de variedades minoritarias de España por su perfil aromático”realizado por Sandra Cortés Diéguez, María Graña Caneiro, Ángela Díaz Fernández y Emilia Díaz Losada de la Estación de Viticultura e Enoloxía de Galicia (EVEGA) nos hablarán de la determinación de los compuestos volátiles responsables del perfil aromático de los vinos monovarietales elaborados a partir de las variedades minoritarias como uno de los factores de diferenciación varietal a tener en cuenta a la hora de evaluar su potencial enológico.

Figura 2 Vinos monovarietales elaborados con las variedades minoritarias de MINORVIN

 

Y, por último, el trabajo “Análisis sensorial de vinos elaborados con variedades minoritarias recuperadas en España” realizado por Anna Gomis-Bellmunt, Carme Domingo, Lluís Guerrero, Xoán Elorduy y Anna Puig-Pujol del Institut Català de la Vinya i el Vi – Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (INCAVI-IRTA) nos hablarán de las características sensoriales y de los descriptores organolépticos que definen los principales atributos de los vinos elaborados con cada variedad minoritaria.

Figura 3 Miembros investigadores del proyecto MINORVIN

 

La ejecución de todos estos estudios abre las puertas a la posibilidad de incluir algunas de estas variedades en el registro de variedades comerciales de vid y la autorización de su cultivo. Y, por lo tanto, abrir nuevas oportunidades de diversificación de mercado con variedades de vid recuperadas, pudiendo contribuir en una mejora del valor añadido para los productores y de la calidad para los consumidores, sin perder la tradición y la utilización del patrimonio varietal vitícola del país. Queda aún mucho por recorrer, pero esperamos que muy pronto podamos encontrar en el mercado vinos con tipicidad elaborados con ellas.

 

Agradecimientos

Proyecto Valorización de variedades minoritarias de vid por su potencial para la diversificación vitivinícola y de resiliencia al cambio climático (MINORVIN), RTI2018-101085-R-C31, 32 y 33 financiado por MCIN/AEI/10.13039/501100011033 y por FEDER – Una manera de hacer Europa.