La primera vez que escuché la palabra wineblogger fue en Logroño, en la EWBC2008… Como siempre pasa en España, nos apuntamos al «que inventen ellos» y hemos visto cómo, en los dos últimos años, varios winebloggers de diferentes nacionalidades escribían, comentaban y opinaban sobre los vinos de nuestro país, normalmente en otros idiomas, para consumo de sus conciudadanos y negocio de los exportadores de vino español.

Cuando un consumidor local, intenta buscar información sobre un vino que le han recomendado, que han puesto en la mesa de su boda o el que ha oído hablar a un «experto» amigo suyo, consulta a «san» Google y se encuentra con el siguiente panorama:

  • Tiendas on-line en las que sólo se habla de sus virtudes, sin objetividad ni crítica alguna, evidente, ya que el interés es venderlo.
  • La web de la propia bodega que tiene añadas atrasadas, músicas estupendas, presentaciones en flash, promesas de «tradición y modernidad» y muy poca objetividad.
  • Comentarios de winebloggers de otros países que han catado los vinos y los comentan y critican. Esto, con un pequeño esfuerzo de traducción es lo más útil, la pena es que no todos los vinos llegan al extranjero y a veces no encontramos estos esclarecedores comentarios.
  • Honrosas excepciones son algunas redes sociales o clubes de cata que procuran catar, comentar y compartir vinos de manera altruista y sólo con el espíritu de poner en común experiencias. En ocasiones, puede servir de orientación, pero todavía falta mucha participación y a veces las bodegas utilizan estas plataformas para ensalzar sus vinos de forma, de nuevo, poco objetiva. Alguna de ellas, pionera en los foros de vinos españoles, ha orientado su función hacia el negocio puro, se ha transformado en una tienda on-line y ha perdido toda la objetividad, al menos para mí.
  • Algunos post en blogs locales, que hablan de los vinos de su región, de manera habitualmente apasionada. Éstos son los que yo personalmente más valoro, ya que dan una visión cercana aunque normalmente no interesada del vino y transmiten sus características de manera bastante aceptable.

Al final, desesperados por no encontrar la información que buscábamos en internet, volvemos al formato tradicional:

  • Las guías de vino, en la que expertos y gourmets de toda la vida, nos recomiendan casualmente los vinos de las bodegas más potentes y que más publicidad pueden poner en las mismas guías o en otras publicaciones del mismo grupo editorial.
  • Los gurús tradicionales españoles, que tienen un criterio muy subjetivo y últimamente han tomado partido por algunas bodegas para ampliar su capacidad de negocio, perdiendo por completo la neutralidad.

En general, las bodegas prefieren invertir dinero en aparecer en estas guías tradicionales o en favorecer su aparición entre los favoritos de algún gurú que en mejorar su presencia en internet, mejorar y actualizar su página web (convirtiéndola en un blog, otro gallo les cantaría)… Conseguir que los vinos de una bodega sean catados y comentados por unos cuantos bloggers, foreros o miembros de alguna red social, es una pequeña inversión que a corto plazo da a un vino una posición privilegiada que provoca reacción positiva en el público y genera confianza y cercanía en el consumidor. Estos consumidores satisfechos (por el vino y la información encontrada) se convierten en nuevos prescriptores que pueden hacer mucha más labor que otras formas de publicidad mucho más costosas.

Mi experiencia en la EWBC2008 fue que sólo dos de los participantes eran españoles. Todos los demás escribían en sus idiomas de origen, sobre los vinos españoles y son importantes prescriptores en sus países. La gente que quiere comprar un vino español, consulta sus blogs, mira sus comentarios sobre los vinos y después introduce su propia opinión en respuestas que hacen cada vez más popular un vino.

Los tres españoles estábamos un poco a verlas venir, alucinados del poder de nuestros colegas y apenados de que en España todavía se busque en la guía de un periódico o se elijan vinos de «valor seguro» con tanta marca como falta de personalidad.

Decidí a partir de entonces convertirme en enoblogger y escribir sobre los vinos que catara. Debido a mi trabajo de enólogo-consultor, suelo analizar más de 2000 vinos anuales para recomendárselos a mis clientes (tiendas de vino, restaurantes, etc.). Esto me llevaría algún tiempo de trabajo adicional, pero podría posicionarme en la red como un auténtico experto en vinos.

Comencé entonces a opinar sobre los vinos que iba catando en yVinos.com, una red social de aficionados al vino en la que los participantes opinan, comentan, comparten y proponen vinos, la mayor parte españoles con un lenguaje visual y fácil de entender para cualquiera. Paralelamente, en el blog de esta misma web, he intentado transmitir mis experiencias al visitar algunas bodegas y probar sus vinos in situ. Después de 1000 vinos y 50 bodegas visitadas, he comprobado que la repercusión es fenomenal, y que cuando se busca un vino que hemos comentado o una bodega visitada, yVinos.com es de las páginas mejor posicionadas.

Ryan y Gabriella Opaz me propusieron colaborar con ellos en Catavino.net para acercar al público la experiencia acumulada como winebloggers del vino ibérico de esta pareja estadounidense. Entonces escribí mi primer artículo, para presentarme, titulado «De químico a enoblogger» y comencé mi colaboración procurando hablar sobre vino de forma objetiva y entretenida para el público en general.

La siguiente propuesta es Blogdevino.com en la que introduzco comentarios sobre algunos vinos que voy catando. Este blog, patrocinado por Vinarium.es incluye, además de los vinos que voy catando y que venden en la tienda, información general sobre eventos y ferias del sector. Procurando así ser algo menos subjetivo e interesado, problema de muchos de los blogs que se elaboran con el objetivo de activar un negocio de venta de vinos.

Twitter y Facebook también son para mí herramientas de comunicación, ya que comento en estas redes sociales algunos vinos. Incluyendo fotos, situaciones y experiencias en torno a estos vinos que mis «amigos» en estas redes sociales comentan y responden con otros vinos de su agrado. Mi último proyecto en Facebook es un reto «Voy a catar 1000 vinos españoles hasta final de 2009», en el que incluyo fotos de cada vino, descripción, comentarios sencillos de cata, valoración personal y lo más importante, pido a todos los que hayan probado este vino que respondan con su comentario y opinión personal…

La segunda edición de la European Winebloggers’ Conference (EWBC) se celebrará en Lisboa a finales del mes de octubre. Por supuesto, soy uno de los primeros inscritos e incluso podría participar como ponente en alguna mesa redonda. El problema es que en un año no hemos avanzado mucho, y sólo he visto otro español en las listas de inscripción…

Igual que miramos la opinión de los usuarios de un hotel en la Costa Brava antes de decidirnos a alojarnos en el mismo y confiamos en esos anónimos prescriptores, llegará un momento en el que podremos leer, antes de comprar, unas cuantas opiniones sobre una botella de vino desconocida y no tener que acudir a «lo seguro» a la hora de disfrutar de un vino o regalarlo.