La ciencia es un activo imprescindible para el enólogo, puesto que es quien debe gestionar la innovación que requiere la empresa elaboradora para mantener e incrementar su competitividad.

La ciencia, sin embargo, no está lo suficientemente al alcance del enólogo. Es necesario que junto con las novedades sobre desarrollo e innovación, con las que el enólogo actual ya se encuentra totalmente familiarizado (o dispone de útiles como esta revista, para conseguirlo) pueda tener acceso a ciencia de máximo nivel, a ciencia de altura.

Tradicionalmente, el enólogo no ha sentido la necesidad de profundizar en los resultados de la investigación sobre temas que no sean directamente aplicables a procedimientos autorizados por la legislación vigente o aceptados por la OIV. Por pura analogía, cabría preguntarse dónde se encontraría actualmente la medicina, si no hubiesen avanzado las investigaciones en temas no aceptados por las prácticas médicas de cada momento.

Si quiere seguir avanzando, es necesario que el enólogo acepte la especulación científica como un ingrediente más de su bagaje profesional y que aprenda a convivir con un paisaje de líneas de investigación que no conducen de inmediato a procedimientos «expresamente aceptados» por la autoridad competente.

Para facilitar ese acceso a la ciencia, ACE Revista de Enología ha puesto en marcha una iniciativa ambiciosa: organizar, conjuntamente con el prestigioso Centro de Ciencias de Benasque «Pedro Pascual» un congreso sobre Perspectivas y límites de la investigación en enología. El Centro de Ciencias de Benasque es un punto de encuentro de científicos de escala internacional, en que se plantean cuestiones de la máxima actualidad en disciplinas como la física de partículas, la biología molecular o la genética.

Se trata de un congreso pensado para enólogos, enólogos de cualquier lugar del mundo, pero con un temario que permita conocer cómo la nanotecnología, la informática, la biología molecular, la genética o la antropología pueden influir y, de hecho, van a influir de manera determinante en la enología y el vino.

Del día 12 al 14 de noviembre de 2008, en Benasque (Huesca), científicos y expertos en ciencias enológicas, pero también investigadores de otros ámbitos limítrofes, pondrán al alcance de los enólogos conocimientos necesarios no para su «hacer diario», sino para consolidar su saber y disponer de elementos que les permitan anticiparse a los cambios que experimentará su profesión.

Será una oportunidad única, y una fiesta, en la que se podrá visualizar el grado de sintonía (sin duda elevado) entre dos colectivos, el de profesionales de la enología y el de científicos, compartiendo e intercambiando conocimientos como no habían tenido oportunidad de hacerlo hasta ahora.

Benasque, un santuario para escaladores, esquiadores y científicos de todo el planeta, quiere convertirse también en la cumbre de la enología científica, en un lugar en que el futuro del vino alcance la máxima altura.