La inversión en la I+D+i está cobrando cada vez más relevancia a nivel europeo, puesto que la innovación es el principal motor que impulsa y fomenta el crecimiento de un sector, al incrementar la productividad y competitividad de las empresas, aportando valor añadido tanto en los mercados en los que operan, como abriendo otros nuevos. Concretamente España, está calificada como “Innovador moderado” dentro del European Innovation Scoreboard (EIS) puesto que ocupa el número 16 en el conjunto de los 27 países miembros de la Unión Europea, tanto en el gasto público en I+D (0,54% s/PIB frente a media UE 0,73% s/PIB) como en el gasto en I+D del sector empresarial (0,70% s/PIB frente media UE 1,46% s/PIB).

Así, pues, pese a la evolución de la inversión en I+D de los últimos años, España sigue estando muy lejos (1,24%) del nivel adecuado de inversión respecto al PIB de la media actual europea (2,07%), así como también del ideal mínimo (3%) indicado en el Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación que mantiene para el 2030. Ello representa una importante brecha respecto del resto de países de la UE (Alemania, Suiza, Finlandia, etc.) y de los países de fuera como Japón, Corea del Sur o USA, que ya superan el 3-4%. (Fuente: Estadística I+D. INE (2018) en Agenda Estratégica de Innovación del Sector del Vino 2021 – 2024).

En el ámbito agroalimentario, la inversión en I+D+i ayuda y potencia objetivos clave como son: producciones más sostenibles, optimización de recursos y menor impacto ambiental negativo. Según el estudio publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) llamado  La Innovación en el Sector Agroalimentario , la inversión en I+D+i de 2020 en el ámbito de la agroalimentación fue de 845 M€, lo que supone un incremento del 3,6 % respecto al año anterior y del 13 % con relación a la media de los últimos cinco años. Esta cifra representa el 5,4 % del gasto total nacional en actividades de I+D interna en España en 2020, que ascendió a 15 768 millones de euros, un 1,3 % más que en 2019.

Si ponemos el foco en el sector vitivinícola, es posible obtener la estimación de los datos directos de inversión en I+D+i a nivel nacional. Dichos datos se obtienen a través de estadísticas reales aportadas por las administraciones públicas que financian dichas inversiones y permiten establecer correlaciones entre sectores afines (como el ya mencionado de agroalimentación y el de bebidas) con, supuestamente, índices de inversión similares. Mediante dichas estimaciones (Fuente: Agenda Estratégica de Innovación del Sector del Vino 2021 – 2024), se puede confirmar que el sector del vino nacional invierte anualmente entre 130 -150 M€ como mínimo en actividades de I+D+i desde 2018, estando por encima de la media nacional del resto del sector agroalimentario (0,64%). Asimismo, también es superior frente al 0,69% de la media de países de la UE-28 (en términos de VAB). Estos datos de la Plataforma Tecnológica del Vino (PTV) confirman que el sector del vino es un sector innovador y pionero dentro del sector agroalimentario nacional.

La PTV a través de sus diferentes fuentes de información y acuerdos alcanzados con las entidades públicas financieras nacionales (CDTI o AEI; MICIN, MAPA, INE, etc.) o regionales (Agencias Regionales de Innovación) viene anualmente ofreciendo información de los proyectos dinamizados por el sector vitivinícola en su Especial de Proyectos, en el cual se indican los proyectos que la PTV ha dinamizado a lo largo de cada anualidad en sus 6 áreas de trabajo (Viticultura, Procesos Enológicos, Producto, Sostenibilidad y Cambio Climático, Salud y Economía Vitivinícola).

Los Procesos Enológicos conforman una de las áreas con mayor potencial en lo que respecta a innovación dentro el sector vitivinícola. Haciendo un análisis de los últimos 5 años (2018-2023) de la información registrada en la base de datos de proyectos de la PTV, ha habido una inversión en I+D+i en Enología de más de 16,5 M€, para los cuáles se ha conseguido financiación pública por más de 12,4 M€ (gráfico 1). Este dato es destacable, si se tiene en cuenta que, para el mismo periodo, la PTV consiguió en financiación más de 93 M€ en todas sus áreas (13%).

Gráfico 1 Financiación en I+D+i del Área de Enología (PTV 2018-2023)

 

Respecto al número de proyectos (gráfico 2), se puede observar cómo entre 2019 y 2021 existe una tendencia positiva al aumento de iniciativas de I+D+i en enología, llegando a un máximo de 9 proyectos dinamizados en 2022 en temáticas de innovación de procesos enológicos de los 40 proyectos totales dinamizados en dicha anualidad (35%). Ello se traduce en un 42 % de la inversión total realizada por el sector vitivinícola.

Gráfico 2 Número de proyectos en I+D+i del Área de Enología (PTV 2018-2023)

 

Considerando que la anualidad de 2023 no ha finalizado, se puede afirmar que se retoma la tendencia alcista de la inversión en I+D+i en procesos enológicos de 2018. Con ello se pone en valor la importancia de seguir invirtiendo en el desarrollo, testeo e implementación de nuevas tecnologías y herramientas digitales en bodega para optimizar no solo los procesos sino también los recursos y conseguir producciones más sostenibles medioambiental, social y económicamente, haciendo de todo ello una ventaja competitiva para dicho sector.

Por lo tanto, las cifras totales de la inversión en proyectos de I+D+i con actividades o temáticas enfocadas a procesos enológicos son un grueso importante del total de los proyectos dinamizados y aprobados por la PTV en este periodo (gráfico 3). Están alrededor de los 4,6 M€ de media al año, lo que pone de manifiesto la relevancia de las temáticas enológicas aplicadas al sector vitivinícola y, por ende, su posible futura repercusión en implementación de innovaciones, mejoras de procesos y productos.

Gráfico 3 Inversión total en I+D+i respecto al Área de Enología (PTV 2018-2023)

 

Nota: Todos los gráficos son de elaboración propia (PTV)